Construimos un puente hacia el futuro a cada paso que damos. Nos tuvimos que detener y nuestros planes de futuro se detuvieron también. Con la llegada de la desescalada vamos retomando lo que nos dejamos atrás.
Durante la cuarentena hemos atravesado diferentes etapas. Hay profesionales que las asimilan a las que se viven en un duelo:
- Negación.
- Confusión.
- Ira y enojo.
- Dolor y culpa.
- Tristeza.
- Aceptación.
- Restablecimiento.
Cada persona debe llevar su propio ritmo de adaptación en circunstancias difíciles. En estos momentos se vive un dolor colectivo que trasciende el dolor personal. Se habla estos días del síndrome post COVID-19, del síndrome de la cabaña, de ansiedad. Y es que, durante más de dos meses en casa donde todo el mundo estaba igualado por la misma situación, se apreciaba una sensación de tranquilidad. Con la vuelta a la ‘nueva normalidad’ son muchas las personas que se sienten abrumadas por todo que dejaron sin hacer y que deben retomar.
Lo importante es darnos tiempo para asimilar lo que hemos pasado y diseñar un futuro cercano esperanzador y optimista. Cada persona debe buscar su propia motivación, lo que la impulsa a moverse, para avanzar tanto en el terreno personal como en el profesional.
Construimos un puente hacia el futuro optimista
Te invitamos a situarte en un puente que actúa como metáfora del camino que recorres, de la etapa que dejas atrás y del futuro que se presenta en el horizonte. Lo que has aprendido, lo que quieres llegar a ser.
Durante la cuarentena has descubierto cuál es el mejor rincón de tu casa, en el que entra ese rayo de sol matutino que nunca habías visto. Has compartido sonrisas en las videoconferencias con las amistades, incluso con quienes no habías visto en años. En definitiva, has aprendido a valorar las pequeñas cosas.
También como parte de la humanidad has comprobado el poder de la solidaridad con los más necesitados.
Estos sentimientos han sido generalizados y nos gustaría que perduraran. Y, ¿a ti?
Sigamos trabajando ese lado humano que nos conecta con algo más grande. Que, aunque sigamos estando en situación crítica, trabajemos con entusiasmo. Sabemos que los pensamientos positivos generan acciones positivas.
Rechacemos esas voces que auguran que esto ha sido una ilusión y que se nos olvidará lo aprendido en este periodo.
Es hora de ponerse en marcha, renovarse, transformar nuestro entorno en algo mejor.