Las barreras arquitectónicas son un impedimento para conseguir la total accesibilidad. En Promissan luchamos por eliminar el máximo de obstáculos en las edificaciones y viviendas. Tenemos un objetivo claro: accesibilidad universal.

Desde que Promissan comenzó su actividad en el sector de la construcción y rehabilitación, hace ya más de dos décadas, conseguir la máxima accesibilidad es una de las metas.

 La supresión de barreras arquitectónicas no solo es una necesidad, sino una obligación tanto a nivel público como privado. Pero, desgraciadamente, todavía es una asignatura pendiente. A nivel público todavía se ven entidades y accesos públicos de difícil acceso. En el ámbito privado, gracias a las leyes y normativas de edificación la accesibilidad se va teniendo más en cuenta.

 Pero, ¿qué ocurre con las viviendas ya construidas y con barreras arquitectónicas?

En el caso de los edificios antiguos deben realizar las adecuaciones oportunas. Estas medidas de eliminación de barreras arquitectónicas se deben poner en práctica si en el edificio viven personas con discapacidad y/o mayores de 70 años.

En cualquier caso, si se quiere garantizar la igualdad de oportunidades, cualquier edificación debe realizar la eliminación de las barreras arquitectónicas.

Cómo eliminar barreras arquitectónicas

El primer paso para la eliminación de barreras arquitectónicas es el estudio técnico del espacio. Es importante conocer lo que hay construido para aportar las soluciones más adecuadas. Para eliminar las barreras arquitectónicas las soluciones básicamente se reducen a dos:

A partir de ahí será las distribución del espacio será a que permita construir las rampas de acceso e instalar ascensor si no había hasta ese momento.

Para hablar de accesos sin barreras se plantea que la rampa comunique desde el portal de la vivienda hasta la entrada al ascensor. Conseguir esta entrada con la mayor accesibilidad solo es posible si los ascensores están en cota cero. Es decir, que los ascensores estén a nivel de calle, sin necesidad de subir escaleras para acceder a ellos.

En el caso de que el espacio lo permita siempre se aconseja la cota cero para instalar el ascensor, tanto si es porque no había uno en ese espacio como si se ha decidido mejorar la accesibilidad.

Por tanto, rampas y ascensores – recomendable en cota cero – son las claves para conseguir la accesibilidad sin barreras arquitectónicas.

Consulta con nosotros cómo tu edificio o vivienda puede ser más accesible.