Hacemos balance de cómo fue el sector de la construcción y rehabilitación en 2015.

De forma habitual todo el mundo, tanto en lo particular como a nivel empresa, hace balance entre finales de año y principios del siguiente. En Promissan también recopilamos estos datos que serán de gran utilidad para plantear cambios o confirmar que vamos por buen camino, siempre abiertos a mejoras.

Debemos tener en cuenta que el sector de la construcción y rehabilitación todavía vive inmerso en una gran crisis que ha hecho que numerosas empresas del sector se hayan tenido que reconvertir.

Nuestros servicios, ya desde hace más de 20 años, se han ido también adaptando a las necesidades del mercado y han logrado seguir contando con la fidelidad de numerosos clientes.

En Promissan destacamos que nuestra ilusión está intacta desde el primer día. La emoción de conseguir nuevos clientes y de continuar con los ya habituales nos da energía para continuar. Siempre avanzando.

Si hacemos balance en cifras de 2015, vemos que las reparaciones de fachadas han supuesto un incremento considerable con respecto a 2014. Es importante mencionar que ha habido un aumento de interés por conocer las patologías de las estructuras y  en consecuencia una subida en el total de rehabilitaciones, ya que la gente se está concienciando y desea  evitar males mayores.

Haciendo balance de los trabajos realizados en los últimos 20 años, la rehabilitación de fachadas ha sido siempre el producto estrella con más de 600 rehabilitaciones realizadas. Se han instalado más de 300 ascensores y realizado más de 250 reparaciones de pilares en comunidades. A estos datos hay que sumarle un número importante de rehabilitaciones de cubiertas y terrazas, así como rehabilitación de patios de luces y bajantes. Añadimos reformas de interiores, espacios profesionales, construcción de viviendas unifamiliares

Estos son datos numéricos, pero los más importantes son los que no se ven, pero se sienten. Y, es que cada día cuando en Promissan levantamos la persiana nos sentimos satisfechos. Entrar, ver a los compañeros, atender a los clientes…todas estas acciones que a simple vista no destacan por ser tan rutinarias, nosotros las vivimos con la misma ilusión que el primer día, hace ya más de 20 años. La ilusión no se puede perder. El trabajo diario nos ofrece la posibilidad de avanzar, crecer y aprender.